ADEMÁS DE LA POSIBILIDAD DE ESTATIZAR, EL ORGANISMO PIDE INFORMES
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) envió la semana pasada una requisitoria a los bingos y salas de juego de todo el país para que detallen cuánto facturaron con las máquinas tragamonedas durante el 2011 y el primer semestre del 2012.
La alarma se encendió porque los empresarios saben que la AFIP ya cuenta con la información que se obtiene a partir del pago de impuestos. “¿Por qué ahora piden todo con tanto detalle?”, era la pregunta que se repetía en el sector, al recibir la notificación.
En los últimos días hubo llamados cruzados entre todos los empresarios del juego. Lo más llamativo de este posible avance de la Casa Rosada sobre este negocio, es que incluye a hombres cercanos al Gobierno. Es que si Cristina Kirchner finalmente decide estatizar el juego, en rigor sólo podría hacerlo automáticamente en las casas de juego que dependen de la Nación.
En el caso de los bingos y casinos de las provincias, en cambio, el proceso sería más dificultoso: se tendría que hacer a través de un proyecto de ley que primero deberá pasar por las respectivas legislaturas. El alerta comenzó con la iniciativa que ya presentó un diputado bonaerense cercano al ministro Florencio Randazzo.
Al borrador del diputado provincial Mario Caputo para estatizar el juego se sumó más tarde un proyecto presentado por otro alfil del ministro del Interior y Trasporte que busca subir el canon a los bingos. Según trascendió, el senador Alejandro Dichiara trabaja en un proyecto de ley que subirá el canon que actualmente pagan los Bingos al fisco.
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