Resultados de las empresas del mundo hípico mostraron números débiles, afectados por un menor entorno económico.
“El año 2017 será recordado como un año difícil para la actividad hípica nacional”. Así comienza la carta que el presidente del Hipódromo, Juan Cuneo Solari, envió a los accionistas de la sociedad en su memoria anual. Y es que el sentimiento al interior de la industria de juegos de azar y apuestas es que el año pasado fue más de agraz que de dulce.
Esto porque tanto las empresas ligadas a la actividad hípica como la estatal Polla Chilena de Beneficencia sufrieron caídas en sus ventas, lo que se liga fundamentalmente al entorno económico más débil.
De acuerdo con los informes reportados a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) por Polla Chilena de Beneficencia, Hípico de Santiago, Hípico de Concepción, Hípico de Punta, Hipódromo Chile e Hipódromo de Arica; las ventas agregadas de la industria de juegos de azar y apuestas bajaron 17% durante el ejercicio pasado, totalizando $133.857 millones, es decir unos US$200 millones. Desde 2012 que, en su conjunto, no se registraba una caída de los ingresos.
Esto llevó a que algunas empresas del sector de juegos de azar cerraran el ejercicio con pérdidas. Pero, en este escenario, una de las que logró terminar con utilidades fue Polla Chilena de Beneficencia. La empresa disminuyó en un 20% las ventas en 2017 respecto al año anterior, llegando hasta los $108.866 millones, mientras que sus utilidades bajaron en un 24% hasta los $3.866 millones. “Las ventas en el año fueron inferiores a lo esperado en $33,2 mil millones, explicadas por las menores ventas de Loto”, señala Edmundo Dupré, gerente general de la empresa, en la memoria anual, quien además comenta que esa menor demanda se explica por los bajos pozos promedios observados para el Loto; el bajo pozo medio del juego Revancha, que adicionalmente cuando estaba acumulado nunca coincidió con un buen pozo de Loto, potenciando el pozo total.
Tercero, añade la memoria, afectaron a las ventas los buenos pozos de su competidor Kino, de Lotería, en la primera mitad del año, que “coincidió con nuestros peores pozos, teniendo un efecto adicional de un 4% por sorteo en la caída de nuestra demanda”, dice. “Un año de dulce y agraz”, indica.
Mundo hípico. Las apuestas a los caballos, en tanto, tampoco tuvieron un buen desempeño. Así lo reflejaron las cuentas del Hipódromo de Santiago y del Club Hípico. Mientras el primero reportó un caída de 1% en sus ventas, el segundo mantuvo prácticamente inalterable sus ingresos. Pero el Hipódromo disminuyó sus ganancias en 79% y el Club Hípico de Santiago en 88%.
“Desde el punto de vista comercial el total de apuestas hípicas registradas en el país mostró un retroceso de 4,72% real con 16 jornadas de carreras en vivo menos, todo comparado con el año 2016. Las apuestas del Hipódromo Chile cayeron un 2,47% real, la menor caída de la industria” señala Cuneo. Más aún, agrega que “las menores ventas obligaron al diseño y aplicación de un plan de ahorros”.
Carlos Heller, presidente del Club Hípico de Santiago, señaló en la memoria anual de la compañía que “el resultado del ejercicio representa una importante reducción con respecto al año anterior, la cual se explica principalmente por la disminución de un 4,9 % en el nivel de juego respecto del ejercicio 2016”.
pulso.cl