Así lo decidió la Justicia que también dispuso que se le abone lo adeudado a los empleados. El Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza deberá regularizar la situación interna de la sala de juegos y anunciar cuando puede volver a recibir al público.
Finalmente, y después de varios días de conflicto, los empleados del Winland Casino consiguieron una respuesta de la Justicia que dispuso la reapertura de la sala de juegos pero con la intervención del Estado provincial.
Además de garantizarles sus fuentes de trabajo, el fallo, que se conoció esta mañana, obliga a los empleadores a pagarles de inmediato lo adeudado, que es gran parte del sueldo de noviembre.
Ahora será tarea de la Dirección de Juegos y Casinos de Mendoza organizar internamente la sala de juegos ubicada en el hotel Intercontinental (Guaymallén) y anunciar cuándo podrá volver a recibir público.
Así, Winland estará intervenido por 180 días mientras se resuelve el conflicto de fondo que mantienen la empresa que tiene la licencia del casino, KLP, y la firma que lo gerencia, ZULU. Si en ese periodo las firmas siguen sin llegar a un acuerdo o la Justicia no se explaya sobre la cuestión de fondo, que incluye denuncias cruzadas por estafas e irregularidades, el Estado podrá seguir gerenciándola hasta por un plazo de un año y medio a partir de hoy.
El conflicto entre KLP, integrada por las firmas Grupo 5, con Rafael Augusto Garfunkel a la cabeza y Promotora de capitales rusos, y ZULU, abreviatura correspondiente a Zunilda Torres y Luis Olivares, data de varios meses atrás. Presuntas estafas e irregularidades llevaron a que las partes se enfrentaran judicialmente.
A mediados de septiembre, el juez del Séptimo Juzgado en lo Civil, Comercial y Minas, Alfredo Fernando Dantiac Sánchez, dictó una medida cautelar para intervenir la caja del casino.
Permaneció intervenida hasta que el 20 de noviembre pasado cuando el espacio de juegos cerró al público.Esta situación generó que los 250 empleados tomaran medidas, como instalar una carpa blanca frente al hotel InterContinetal, para defender sus puestos de trabajo.
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El casino Winland tuvo, no hace mucho tiempo, otro entuerto jurídico cuando se intentó tomar el “control” de la sala de juegos acusando a la empresa Zulú S.A. de haber cometido una estafa relacionada con las máquinas tragamonedas.