El gobernador Francisco Pérez frenó anoche con un decreto toda chance de instalar juegos online tales como tragamonedas, apuestas en línea, y una quiniela instantánea que era promovida por empresarios del juego y algunos funcionarios del Instituto de Juegos y Casinos, en una propuesta que había sido recibida con entusiasmo por los agencieros de Mendoza.
El decreto de Pérez anuló otro de su antecesor Celso Jaque, firmado el 17 de octubre de 2011, que le abría las puertas a modalidades de juego fuertemente cuestionadas por su impacto social y por las chances ciertas de profundizar la ludopatía, por un lado, y empobrecer además a franjas de la población de bajos ingresos, que suelen ser “clientela” habitual tanto de la quiniela oficial como de la clandestina.
Anoche, poco antes de la medianoche, voceros del gobierno informaron que Pérez ya había firmado el decreto, poniendo fin a una polémica incipiente. La intención de instalar la quiniela instantánea se había hecho pública y los legisladores habían citado al presidente del Instituto de Juegos, Carlos Bianchinelli, a que diese las explicaciones correspondientes.
El decreto de Jaque era de tal amplitud, que en la misma figura podía “colar” todo tipo de apuestas online y de tragamonedas encubiertos. Ahora, tales posibilidades quedaron definitivamente cerradas.
La “quiniela instantánea” fue presentada como una variante de la quiniela tradicional en la que los apostadores consiguen rápidamente el resultado por medio de un operador, que a través de un software online les dice si acertaron o no y les ofrece seguir jugando. Este tipo de apuestas fue habilitado por un decreto de Celso Jaque en octubre de 2011.
Carlos Bianchinelli, el presidente del Instituto de Juegos y Casinos, defendió el nuevo juego semanas atrás. Dijo que sería una barrera contra el juego clandestino. Luego, moderó su apoyo a la medida. El nuevo juego iba a generar al año poco más de diez millones de pesos adicionales de ganancias, según fuentes del Instituto.
La Quiniela de Mendoza es explotada y operada por la firma IVISA, Impresora Internacional de Valores SACIC. Esta empresa es familiar y pertenece a los hermanos Darío y Gabriel Rosenzvit. Tienen distintos casinos en provincias administradas por el justicialismo y en Mendoza explotan el anexo del casino oficial de Tunuyán. Ingresaron al negocio imprimiendo billetes de Lotería, muchos años atrás. Y fueron los principales promotores de la idea que ahora Pérez enterró.
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