Patricio Gándola, titular de FACALQA, explica la situación del sector que nuclea a agentes de lotería y quinielas. La crisis afecta a 120.000 agencieros. “No queremos que nos regalen nada, pero necesitamos que nos ayuden”, reclama.
El sector de agencias de lotería tiene 42.275 bocas de expedíos directas, más 20.000 indirectas. Sólo en la provincia de Buenos Aires operan 4.500 comercios del rubro. La industria tiene los números en cero desde que se decretó el aislamiento social obligatorio.
“La actividad se paralizó. No estamos facturando. Hay que tener en cuenta que la recaudación de quinielas, loterías y juegos poceados es recaudación genuina para cada gobernación”, afirma Patricio Gándola, Presidente de la Federación Argentina de Cámaras de Loterías, Quinielas y Afines. “La prioridad es salvaguardar la salud en todo el país, como lo ha expuesto el Presidente, pero no por ello debemos perder de vista la actualidad y el futuro inmediato, que será seguir trabajando y generando recursos no solo para nosotros, sino para todos los estados provinciales de todo el país”, analiza el titular de FACALQA.
¿Cómo venía el sector antes de la cuarentena?
Remando, como tantos otros sectores. Los últimos años hemos absorbido todos los egresos con incrementos de más del 70% en impuestos y alquileres y una inflación anual de más del 50 %. Los agencieros no somos más que meros comerciantes y sin embargo en este momento no encuadramos en ninguno de los beneficios que anunció el Gobierno para pequeñas y medianas empresas.
¿Por qué motivo?
Nuestra actividad ha sido discriminada y excluida del universo de las PyMEs. Cuando los casinos y bingos salieron de esa categoría en el año 2017, durante el Gobierno anterior, nos metieron a nosotros dentro de la misma normativa y nos perjudicaron.
¿Se sentaron con al actual Gobierno para ver la posibilidad de rectificar esa medida?
Sí. En realidad en 2018 iniciamos un trámite para revertir esto, pero el expediente quedó cajoneado. Reiniciamos el diálogo con el actual Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Gulfat, quien nos pidió rever el expediente hace tres meses, pero justo pasó esto del coronavirus. Nosotros debemos ser Pymes, somos pequeños comerciantes y no tenemos que ver nada con los casinos y los bingos. El agenciero cobra un 17% de comisión sobre los juegos y vive al día. Hay algunos que trabajan bien y otros no tanto. Este mes la mayoría no vamos a poder pagar los sueldos, los alquileres, los servicios, además de las cargas impositivas y del sostén propio de nuestras familias. Con los recursos de nuestra escasa comisión venimos hace años asumiendo grandes costos, ya que los institutos de lotería no han modificado las comisiones en décadas. Cabe recordar que no somos generadores de precios, sino que los mismos son regulados por el Estado.
¿Le puedo preguntar cuánto factura -en promedio- mensualmente una agencia de lotería y quiniela?
Un agenciero que trabaja muy bien factura promedio 30 mil pesos por día. De ese monto se queda con entre el 13% y el 20% y a esa cifra hay que descontarle los impuestos, las cargas sociales, etc… La mayoría de los agencieros tienen uno o dos empleados, no más.
¿Qué le reclaman al Gobierno?
No es mucho lo que pedimos. Una alternativa puede ser un crédito a tasa 0 de pequeños importes para solventar los sueldos y gastos de alquiler. Otra opción es quedarnos con toda la recaudación de un mes y tomarla como un préstamo directo para hacer frente a nuestras obligaciones. Después veremos cómo lo devolvemos. Esto, en un escenario optimista en donde podamos recuperar nuestros trabajos el 12 de abril. Nosotros no queremos que nos regalen nada. Necesitamos que nos ayuden.
¿Cuántas agencias hay en el país?
Somos 42.275 bocas de expedíos directas, más 20.000 indirectas de las cuales no solo trabajan familias sino que también somos generadoras de empleo: alrededor de esta actividad en todo el país, desde Ushuaia a la Quiaca viven alrededor de 120.000 personas en forma directa y alrededor de 30 mil personas más en forma indirecta. Es por ello que el gobierno las eligió como puntos de carga SUBE tomándola como un Servicio a la población, ya que los agencieros no reciben casi comisión alguna. Dicho servicio se encuentra suspendido desde el 9 de diciembre, por una deuda que mantiene el estado Provincial que la operaba con Nación Servicios (administradora del sistema), originando graves problemas y malestar en toda la comunidad ya que no existen muchas bocas de expendio, y la mayoría cobran un plus por cada carga (en la provincia Bs As cada $100 cobran un plus de entre $10 y $5). Es algo fundamental para el Estado Nacional volver a reactivar dicha actividad en las agencias de lotería.
¿Qué sucede con el juego clandestino en un momento de congelamiento de la actividad como el actual?
Se ha incrementado la venta de juego clandestino porque en Uruguay sigue habiendo sorteos. Muchísima gente se encuentra levantando quiniela uruguaya en las calles, a pesar de la cuarentena.
Fuente: Leandro Ferreyra para ambito.com