El BOE publica el real decreto que da forma al último rescate que ha recibido la Asociación Nacional de Ciegos mientras su “copia” alegal clama justicia por el diferente trato.
Alrededor de 300.000 cupones de la Organización Impulsora de Discapacitados (OID) se están poniendo en circulación cada día como si fueran de la ONCE, aseguran los sindicatos de la asociación de ciegos que piden que se ate en corto de una vez a su “clon” alegal, una asociación que factura alrededor de 50 millones de euros por año y que ha desarrollado su propia obra social con la cual emplea a unas 3.000 personas según reitera. Fuentes sindicales de ONCE puntualizan: estos trabajadores son todos colaboradores y en ningún caso empleados como los que tiene ONCE, que en diciembre pagó más de 68.000 nóminas, según su propio presidente.
Aunque lleva 20 años con su modelo, OID ha vuelto al candelero tras salir retratada en la lista de grandes morosos con Hacienda publicada en los días de Navidad. Debe 86 millones de euros al fisco. Es por ello que la UDEF se ha fijado en esta organización, que según las investigaciones tiene sólo tres empleados tal y como informó OKDiario. Los vendedores de la OID compiten en mayoría en algunas ciudades con los de la ONCE, se quejan en la organización, lo cual produce confusión entre muchos de los compradores que creen estar adquiriendo un boleto de la ONCE”. La intención de la OID es de causar esta confusión, aseguran, hasta el punto de que incluso recientemente el propio ministro de Sanidad y Asuntos Sociales, Alfonso Alonso, compró uno de estos boletos mientras realizaba un acto electoral en plena calle, pensando que se trataban de números de la ONCE. Los premios, en cualquier caso, son reales.
No reconoce la deuda
OID, presidida por Dionisio González, declaró en una nota de prensa que su deuda es “presunta” y que surge de aplicarle la tasa fiscal el juego (que sólo se exige a casinos, bingos y máquinas tragaperras) cuando realiza una actividad benéfica “mientras que por la misma actividad exime de dicho pago a la ONCE”. Como la ONCE factura 1.800 millones al año, asegura, en 10 años con ese trato fiscal adeudaría 2.700 millones de euros.
Las cifras de OID no es que hagan tambalear el futuro de ONCE, aseguran, aunque sí supone una piedra más en el proceloso andar económico de una organización que lleva varios años en pérdidas. Para dar la vuelta a esta tendencia, el Gobierno salió en su rescate en el último Consejo de Ministros antes de las elecciones con medidas que le permitirán dar hasta un 80% de sus ingresos en premios (ahora estaba en el 60%) y que harán más atractivo el cupón. “Ahora ya podremos competir con la Lotería Nacional”, aseguran algunos empleados consultados. El real decreto para mejorar la situación de la ONCE ha sido publicado en el BOE en los últimos días.
Se trata del enésimo rescate a la organización, cuya cúpula fue imputada en 2006 por emitir presuntamente el doble de cupones para quedarse con los premios. Como recuerda González, “el último Consejo de Ministros del Gobierno de Zapatero eximió a la ONCE del pago de la Seguridad Social, además de las deudas millonarias condonadas en años anteriores. El Gobierno de Aznar le garantizó cubrir las pérdidas de explotación (algunos años más de 100 millones de euros) más el 3% de esas pérdidas para la Fundación y, además, le dio hasta 10 millones de euros anuales para pagar sus préstamos”.
Sanciones de Hacienda
OID defendió en su último comunicado su derecho a competir contra el “monopolio ilegal” de ONCE, “que está prohibido dentro del ámbito de la Unión Europea, así lo ha determinado El (sic) Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La ONCE es el último monopolio que queda en España”. Sin embargo, Hacienda parece haberla puesto en el punto de mira con una sanción de 25 millones de euros a principios de 2015 a la que González ha respondido pidiendo negociar para no poner en peligro sus, asegura, miles de empleos.
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