La Gobernadora de la Provincia intenta que las tragamonedas queden para más de una empresa, aunque no quiere que compita Cristóbal López ni sus socios.
Hace algunas semanas, María Eugenia Vidal dio una orden clara a quienes trabajan en el pliego de licitación de las máquinas tragamonedas que funcionan los casinos de la provincia. “Quiero que haya más de un ganador en esa disputa. Una sola empresa no se puede quedar con todos los casinos”, dijo.
Fuentes del gobierno aseguran que se mantiene la idea de cerrar la licitación en diciembre. Por eso, quienes están sobre el pliego apuran el ritmo para encontrar un esquema que permita abrir el juego a varias empresas.
La licitación alcanza a nueve de los 12 casinos de la provincia. Quedan exceptuados el casino de Tigre y las salas de Sierra de la Ventana y el Hotel Sasso de Mar del Plata.
En juego están unas 2.600 máquinas tragamonedas, que generan un negocio que mueve casi 550 millones de pesos al año.
Quien está enfocado en el pliego es el titular de Lotería y Casinos, Matías Lanusse, quien trabaja en sintonía con la secretaría Legal y Técnica.
La licitación incluye unas 2.600 tragamonedas, que generan un negocio que mueve casi 550 millones de pesos al año. Los contratos están vencidos hace tiempo y Scioli se limitaba a prorrogarlos.
Se sabe que adquirir el pliego para competir en la licitación cuesta 300 mil pesos y se estima que las ofertas deberán rondar los 100 millones de dólares para regentear durante 15 años las tragamonedas de los casinos, con opción a cinco más
El medio periodístico La Política Online había adelantado que nadie en el sector del juego había tenido acceso a los borradores del pliego. Esos papeles los retiene Lanusse en extremo hermetismo toda vez que desconfía de los resabios de funcionarios de segundas líneas que ingresaron con Melitón López, el ex titular de Loterías que renunció en noviembre del año pasado enfrentado con Hernán Lacunza.
Desde hace varios años, esos casinos que funcionan en la costa bonaerense son explotados por la firma Boldt, comandada por Antonio Tabanelli. Los contratos están vencidos desde hace años y la administración de Daniel Scioli sólo se limitó a prorrogarlos.
Pero Vidal quiere demostrar que su gobierno impone un cambio respecto de la actitud del ex gobernador, por eso avanza en una licitación. Los tiempos apremian, en marzo, vencen los contratos y en La Plata aseguran que la orden de la Gobernadora es licitarlo este año.
Quienes siguen el mundo del juego en la provincia concluían que el pliego estaría hecho a medida de una sola empresa. Hay una explicación para eso, y es que no todos los casinos dan la misma ganancia. Quien se quedaba con los casinos más jugosos también debía costear aquellos que dan pérdidas como los de Necochea y Mar de Ajó. Sin embargo, la decisión de Vidal fue clara: “Quiero que haya más de un ganador en esa disputa”, dijo.
¿Quienes pueden entrar en la pulseada? Uno de los oferentes seguramente será Boldt, la empresa de Tabanelli que controla el grueso de los casinos. También se estima participará la española Codere, que controla los bingos más rentables de la provincia de Buenos Aires.
Otro que podría participar es Federico De Achaval, que controla una porción de Trilenium y a la empresa Slots fundada por Jorge Laffue que tiene despliegue en San Luis y Chaco. También Inverclub, la empresa controlaba Cristóbal López hasta el año pasado. Las acciones del ‘zar del juego K’ fueron trasferidas a su socio histórico Ricardo Benedicto.
“Desde el año 99 que no se abre una licitación para los casinos. Pasaron 18 años. Desde entonces, todas las explotaciones vinculadas al juego se hicieron por resoluciones o decretos”, dijo a LPO, Walter Martello, autor del libro ‘No va más’. El ex diputado provincial recordó además que Scioli renovó las licitaciones cuatro veces y por decreto.
En el gobierno hacen una cuenta simple para justificar los 100 millones de dólares en los que rondará la licitación. Según explican en La Plata la mitad de ir a renovar los slots y la otra mitad a mejoras edilicias de los casinos.
En cuanto a las máquinas, algunas versiones periodísticas sostienen que cada una cuesta alrededor de los 20 mil dólares. Por eso reponer los 2.000 slots que funcionan dentro de los casinos ronda los 50 millones.