Nolberto Salinas, quien asesora a las salas de juego, asegura que espera que la norma local sea paralizada. Indica que no se puede prohibir la entrega de dinero en efectivo, como propone la nueva normativa municipal.
Los dueños de los llamados casinos populares no se quedaron como meros observadores de como la nueva ordenanza municipal, que regula el sector con medidas más radicales, los aparta de un negocio millonario.
La norma de vigencia local comienza en teoría a operar desde el viernes 1 de noviembre y debería provocar que las máquinas que no son de azar salgan del mercado.
La norma impuesta por la municipalidad es clara en el sentido que las máquinas de azar, aquellas identificadas por la Superintendencia de Casinos de Juego, no podrán seguir operando en la ciudad bajo la fachada de “juegos de destreza y habilidad”.
Además, las salas de juego no podrán entregar premios en dinero, lo que reduciría las posibilidades de los empresarios para continuar con el giro, que entrega importantes dividendos, a juzgar por los millonarios arriendos mensuales que pagan y la proliferación de negocios en la comuna.
La nueva ordenanza es mucho más estricta que la anterior, pues de partida aclara que en Chillán estará prohibida la explotación comercial de máquinas de azar. Y por ello se entiende “todo sistema o toda máquina electrónica, electromecánica, eléctrica o que funcione con cualquier otro modo de operación, que permita recibir apuestas en dinero o avaluables en dinero, conceda al usuario un tiempo de uso o de juego y que a través de un sistema generador de números aleatorios otorgue, eventualmente, un premio en dinero”.
La entidad edilicia insiste en que la nueva ordenanza está hecha sólo para las máquina que sean efectivamente de destreza, negocios que sí podrán seguir funcionando. Además la nueva normativa es más dura que la anterior pues reconoce a la Ley de Casinos como uno de los entes reguladores. Para tal ley y la Superintendencia que regula las salas de juegos, todos aquellos recintos que han sido autorizados por las comunas son ilegales.
Un tema que debe ser mejorado por el municipio es el de la fiscalización, pues como reconoce el propio alcalde, se ha fallado, permitiendo que abran locales que utilizan máquinas aprobadas para ser usadas sólo en lugares amparados por la Ley de Casinos.
Arremetida legal
Frente al cambio de escenario, los empresarios del rubro contraatacaron impugnando la normativa municipal. Para esto contrataron al abogado Nolberto Salinas, quien el pasado 11 de octubre interpuso un recurso de ilegalidad ante el municipio, que debiera ser contestado por éste el 5 de noviembre.
Salinas indicó ayer a LA DISCUSIÓN que el texto que se impugna tendría elementos que están fuera de la legalidad vigente. Por ello esperan que la entidad edilicia analice el recurso de ilegalidad y retroceda en su intento de establecer condicionantes que no tendrían sustento legal.
Advierte que en Chile “no existe ninguna disposición legal que establezca que los juegos en dinero están prohibidos”. Partiendo de esta base, señala que no se puede impedir que así como se entregan recursos monetarios en programas televisivos, se pretenda prohibir que las máquinas de las salas locales retribuyan monetariamente.
Salinas agrega que “un elemento preocupante es que en estos momentos nadie puede definir qué tipos de máquinas son de habilidad, azar o de juego programado”, siendo esta última una tercera alternativa a la que se ajustarían los ingenios electrónicos que existen en la ciudad.
Agregó que espera que la municipalidad conteste el recurso de ilegalidad en el plazo establecido y quede en suspenso la puesta en marcha de la ordenanza.
El próximo paso para evitar el inicio de ésta es recurrir a la Corte de Apelaciones, e iniciar un camino legal que debiera conducir a la Corte Suprema.
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