Vía decreto, eliminó restricciones en el reparto de los fondos destinados a Seguridad provenientes de las tragamonedas. Argumentó que es para «no resentir la prestación de los servicios» policiales.
En lo que representó uno de sus últimos decretos antes de abandonar el poder, la ex gobernadora María Eugenia Vidal modificó en favor de la Policía Bonaerense el reparto de los recursos provenientes de las máquinas tragamonedas emplazadas en las distintas salas de juego de la provincia de Buenos Aires.
Puntualmente, lo que establece el Decreto Nº 1695 es la modificación de la distribución de las utilidades producidas por el funcionamiento de las Máquinas Electrónicas de Juegos de Azar en lo que refiere a la forma en que se reparte el 20% de esas utilidades que se destinan al Ministerio de Seguridad.
El año pasado, el vidalismo había definido que de ese 20% a Seguridad, la cartera tenía que destinar «un porcentaje que no inferior al 70%» para la adquisición de Bienes de Uso, mientras que el 30% restante se establecía para satisfacer necesidades relativas a gastos corrientes, como por ejemplo, adquisición de uniformes, municiones, repuestos, mantenimiento del parque automotor y edilicio, atender los costos derivados de convenios de formación y alojamiento con Universidades y otras fuerzas de seguridad, de exámenes psicofísicos de los aspirantes a las fuerzas policiales y otros gastos.
Ahora, lo que se definió es eliminar esas limitaciones a la hora de la distribución del 20% a Seguridad, con el argumento de «mejorar el servicio de seguridad pública y no resentir la prestación de los servicios a cargo de las Policías de la Provincia de Buenos Aires».
«La dinámica institucional, y social, y las transformaciones llevadas adelante en materia de seguridad pública, redundan en requerimientos de índole presupuestario que no pueden ser atendidos con la distribución taxativa antes mencionada», detalla para barrer limitaciones en ese reparto.
Fuente: letrap.com.ar