Cuando en agosto pasado el Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) adjudicó la licencia de operación de un casino en Chillán a la empresa Marina del Sol, la firma penquista se autoexigió al extremo de prometer que antes de un año tendría en operaciones el centro de juegos.
Si bien el plazo para levantar el edificio y todas las atracciones inicialmente era de 24 meses la empresa decidió reducir a la mitad el período de puesta en marcha de su proyecto que involucra una inversión superior a los 53 millones de dólares.
Para la ejecución de esta iniciativa y acelerar su consecución, la empresa ha dado pasos concretos en el último tiempo como es haber obtenido el visto bueno al antepoyecto presentado ante la Dirección de Obras de la Municipalidad de Chillán.
Este miércoles desde el municipio se confirmó que si bien fue aprobado el anteproyecto, el diseño definitivo y que deberá ser plasmado en terreno aún no ingresa. Desde esa perspectiva, la obra no tiene permisos.
Se suma a ello que la Seremi del Medio Ambiente no tiene conocimiento de las características de esta iniciativa de inversión que modificará el paisaje en la entrada norte de la ciudad.
Por ello el seremi del ramo, Richard Vargas, sostuvo que espera recabar antecedentes sobre el tema y verificar qué tipo de autorizaciones requiere el futuro Casino de Juegos de Chillán y cuál será el modelo a través del cual deben pedir autorizaciones ambientales.
Desde la empresa, en tanto, confían en que en el corto plazo podrán acelerar la marcha del proyecto de tal manera que las próximas semanas deben ser claves en varias materias referidas a la tramitación burocrática.
Juan Ignacio Ugarte planteó que al Servicio de Evaluación Ambiental ingresarán próximamente una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y no un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que es mucho más detallado y extenso.
El ejecutivo detalla que la DIA será ingresada una vez que la empresa Essbio les entregue la factibilidad técnica para proveer el servicio de abastecimiento, lo que debe ocurrir durante la próxima semana.
Ugarte plantea además que con el anteproyecto presentado y aprobado por la Dirección de Obras, deben solicitar el permiso de construcción.
“El anteproyecto ya fue aprobado sin observaciones. El permiso de edificación está a la espera de la aprobación del EISTU que esperamos pueda ser aprobado a mediados de enero. Esto es pre requisito para el permiso agrega Ugarte.
Según la empresa, “las condiciones normativas quedaron fijas con la aprobación del anteproyecto y por ende el permiso debería salir muy rápido”.
Un elemento que puede acelerar la ejecución del proyecto es que no requeriría una Resolución de Calificación Ambiental, RCA, dada la manera en que será construido el Casino de Juegos.
“El método constructivo que usaremos, pilares, vigas y losas prefabricadas en fábrica, no lo requiere, pues lo arman tipo Lego. Así recuperaremos gran parte del tiempo perdido” refuerza Ugarte.
De esta manera las próximas semanas serán claves para la rápida evolución en terreno de una edificación que es esperada desde el año 2014, pero frenada por controversias judiciales.
El proyecto representa una inversión de US$56 millones. Se estima que dará empleo a unas 300 personas en la fase de construcción y 500 cuando el casino esté operativo.
La gran Sala de Juegos tendría 450 tragamonedas, 20 mesas de juego, 100 habitaciones de hotel, 5 hectáreas de parque, una laguna artificial, un centro de entretención y un museo.
El casino de Chillán podría generar ingresos brutos anuales cercanos a los $10 mil millones, lo que se traduciría en tributos por $1.000 millones para el municipio y una cifra similar para el Gobierno Regional, además del IVA para el Fisco.
Igualmente, el impacto económico que tendrá en la zona su construcción y operación será importante, tanto por la generación de empleos, como por el desarrollo de negocios asociados.
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