Son las salas de la costa atlántica y el Trilenium de Tigre, todas pertenecientes a Boldt. En 2015 ganaron $ 530 millones. Una de las que no renueva es de Luis Barrionuevo.
Desde 1911, cuando comenzó a funcionar el primer casino del país en Sierra de la Ventana, o desde 1936, cuando en Mar del Plata se pasó de un salón de un club administrado por privados para transformarse en la sala de juego más importante del país hasta la actualidad, la explotación de los casinos en la provincia de Buenos Aires siempre estuvo atada a las conveniencias del poder de turno. Distintos decretos y prórrogas a lo largo de los años hicieron funcionar a los 12 casinos que hoy están instalados en la Provincia, y esto es lo que buscará romper el gobierno de María Eugenia Vidal. Por ello, desde la Secretaría Legal y Técnica de la Provincia y el Instituto Provincial de Lotería y Casinos, se están ultimando detalles para el llamado a licitación de las salas.
La primera licitación incluirá a nueve salas que funcionan en la costa bonaerense que en la actualidad explota la firma Boldt, comandada por Antonio Tabanelli. El llamado a licitación se hará por 15 años con opción a cinco más y requerirá una inversión de US$ 100 millones, cifra que los distintos operadores del juego que quieren participar del concurso esperan que en el borrador final disminuya.
Desde el Instituto de Lotería, sostienen que la inversión es necesaria no sólo por la infraestructura muy desmejorada en la que se encuentran algunas salas, sino también por la inversión que se deberá hacer en tragamonedas, ya que solicitarán nuevas maquinas. Cada una cuesta poco más de US$ 20 mil por lo que sólo la compra de 2 mil nuevas máquinas (son las que en la actualidad funcionan en estos casinos) tendría un costo aproximado de US$ 50 millones.
En el territorio bonaerense, el juego sigue siendo uno de los principales negocios. De los 12 casinos, sólo la sala de Necochea da pérdidas (no cuenta con máquinas tragamonedas) y la de Mar del Ajo tiene sus números al límite. En 2015, entre estos casinos y el Trilenium de Tigre (que posee 1.700 máquinas) registraron una ganancia de $ 530 millones. La empresa Boldt, que explota estas salas y pretende participar de las licitaciones, se quedó con $ 200 millones y el Estado bonaerense con $ 250 millones.
El casino de Tigre tendrá su propia licitación. El gobierno de Vidal estima lanzar el primer concurso en noviembre y días después anunciar la licitación por la sala de Tigre. Para ella, no se requerirá tanta inversión como las otras, ya que es una de las salas más modernas.
“Estamos ante la medida más audaz tomada respecto a la situación de los casinos en la Provincia, que venían funcionando con decretos de prórrogas sobre prórrogas. Sería excelente que las mismas tengan un referéndum parlamentario para evitar que las futuras administraciones vuelvan a utilizar el decreto. Esperemos que la gobernadora brinde toda la información atendible sobre esta medida que debe tener un trámite transparente”, explicó el ex legislador y autor del libro sobre el negocio del juego No va más, Walter Martello.
Sólo dos de los 12 casinos no serán licitados: el Casino Hotel Sasso, perteneciente al sindicato de gastronómicos que controla Luis Barrionuevo, y la sala de Sierra de la Ventana. Desde Lotería no tienen objeciones de su explotación acordada hace pocos años. La sala que explota el sindicalista ya había sido beneficiada en febrero cuando Vidal le permitió trasladar 150 máquinas tragamonedas que le quitó a Aldrey Iglesias, cercano a Daniel Scioli.
Nuevo control online
A diferencia de las máquinas tragamonedas que funcionan en los bingos de la provincia de Buenos Aires (cerca de siete mil), los slots de los casinos en este territorio no cuentan con un sistema de monitoreo y control online que permita al Estado tener un registro riguroso de lo que se juega en las salas y un seguimiento estadístico de la recaudación. Por ello, desde el gobierno bonaerense también se lanzará una licitación por el control online de cada uno de las tragamonedas en estas salas, concurso del cual, en ningún caso podrá resultar ganadora la empresa que ganó la licitación de los casinos. Con esto, la gestión de Vidal ya no dependerá y deberá confiar en la información que les provee la empresa que explota las salas, sino que contarán con informes exactos sobre la ganancia neta por cada máquina, un resumen mensual de los ingresos del slot, escrito de todos los eventos de error y mantenimiento de la máquina y situaciones anómalas.
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