Un grupo de autoconvocados juntaron 940 firmas oponiéndose a la mudanza. El presidente del club confirmó que continúan las negociaciones.
La controvertida propuesta de mudar el casino de esta capital al predio deportivo del club Sol de Mayo se encamina a prolongarse en el tiempo. Es que las autoridades deportivas como la concesionaria, siguen negociando los términos de un convenio transaccional inmobiliario.
El presidente del club, Adán Valdebenito, confirmó la continuidad de las negociaciones en virtud de que “faltan aclarar algunos números para tener algo en concreto”.
Apuntó que “restan detalles del valor de la obra por parte de ellos (los empresarios) y nosotros no podemos ir a una asamblea (que debe avalar o no el proyecto) si un paquete (definido), y nosotros precisamos certeza de lo que nos ofrecerán”.
A su criterio, “no tenemos mucho apuro en llamar a una asamblea extraordinaria” con lo cual estimó que recién para diciembre podrían hacer la convocatoria coincidiendo con una elección para renovar autoridades.
El dirigente deportivo mencionó además que resta conformar por parte de la institución deportiva una comisión de asesoramiento profesional para realizar trabajo de apoyo arquitectónico, contable y legal; que pueda producir dictámenes en base a los intereses de la institución.
El interés empresario trasladado al club consiste en adquirir más de una hectárea donde actualmente funciona la cancha de rugby, sobre la avenida costanera, a cambio de instalar la sala de juegos, un hotel y modernizar el resto de las instalaciones deportivas.
Al parecer, hasta ahora el único movimiento en ese sentido está centralizado entre el club y la empresa ya que en Lotería de Río Negro -contralor de los juegos de azar en la Provincia- no existe presentación alguna por parte de la empresa para mudar sus actual inmueble que tiene alquilado en un sector de la ciudad, y sólo abre el verano la sala del balneario El Cóndor.
En los últimos días, la municipalidad de Viedma y el gobierno provincial recibieron un importante volumen de hojas que entregó un grupo de autoconvocados oponiéndose a la mudanza a ese predio ubicado sobre el paseo costanero. Los vecinos plantearon que “la urgencia del potencial proyecto se superpone como un plan de carácter necesario y para el desarrollo turístico, pero en tiempos de carencias y de pérdida de espacios verdes, el hecho de invertir en un casino con el fin de incentivar actividades no aporta al crecimiento”.
Indicaron que “lo que consideramos es que un casino, no es la opción más razonable ni la más aceptada para extinguir un espacio de deporte y de libre circulación. No es apta ni para los niños, ni para vecinos del barrio como los de la zona”, concluyeron.
Los opositores lograron juntar 940 firmas, en tanto que las autoridades del club recibieron también un pedido similar. Sin embargo, casi ninguno de los que firmó es socio de la institución con lo no tendrá chances de expresar su opinión el día que convoquen a la asamblea.
Durante la semana pasada, medio millar de los 325 socios con que cuenta la entidad acudieron a otro plenario aunque para votar y aprobar el balance, en el marco de una convocatoria ordinaria.
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