El estacionamiento del Hipódromo de Palermo será un polo gastronómico

Sorpresa en mundo de los negocios: un «tapado» se hará cargo de reconvertir el estacionamiento del Hipódromo de Palermo en un espacio que combinará diversas actividades.

Se trata de la sociedad Masbor SRL-BSD Grupo Asesor que pagarán $1.000 millones a la Ciudad para operar por 15 años el predio conocido como Ámbito Gigena

El proyecto para desarrollar un nuevo polo comercial en el estacionamiento ubicado sobre la avenida Dorrego frente al Hipódromo de Palermo será encarado por un desconocido grupo empresario que acaba de ganar la licitación organizada por el gobierno porteño para llevar a cabo este emprendimiento.

Se trata de una sociedad entre dos firmas que se presentaron al proceso bajo la denominación social de Masbor SRL-BSD Grupo Asesor y que ofrecieron pagar un canon algo superior a los $6 millones mensuales para convertir el predio en un espacio de usos múltiples que combinará gastronomía, deportes y comercios reunidos en el desarrollo denominado Ámbito Gigena.

Por lo menos así surge de una resolución publicada en el Boletín Oficial porteño de esta jornada en la cual el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción dispone la preadjudicación de las obras «para el diseño, construcción, mantenimiento, uso y explotación del inmueble de dominio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, denominado ÁMBITO GIGENA, sito en el polígono delimitado por la Avenida Dorrego, Avenida Coronel Marcelino E. Freyre, Avenida Del Libertador y Vías del Ferrocarril General Bartolomé Mitre».

Esta sociedad, de la cual se desconocen mayores antecedentes se hará cargo desde febrero próximo de la concesión del nuevo polo comercial por 15 años, con una única prórroga de otros cinco años a partir de que se finalice el procedimiento legal de adjudicación.

En el caso de Masbor SRL, en su página web se indica que ofrece servicios de alquiler y explotación de inmuebles para fiestas, convenciones y otros eventos similares. También, servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes propios o arrendados. Mientras que BSD Grupo Asesor también orienta sus actividades hacia los negocios inmobiliarios.

Ambos le ganaron la pulseada a otros cinco interesados en quedarse con este estacionamiento, entre los que se encontraban el grupo desarrollador inmobiliario IRSA y las firmas Miavasa; LGMF y Line Ocampo.

El dato que volcó la decisión del gobierno porteño a favor de Masbor-BSD Grupo Asesor fue el canon ya que el resto de los que se presentaron no pudieron superar los $6 millones que esta sociedad está dispuesta a pagar cada 30 días y que, en el transcurso de los 15 años que durará la concesión sumaría cerca de $1.000 millones.

Esto, sin contar los posibles incrementos que deba asumir y que figuren en el contrato de la concesión y los eventuales cinco años más que el pliego le permite permanecer de manera adicional y que llevarían la cifra a un total de $1.360 millones.

De esta forma, la mole de hormigón actual dará paso a una nueva atracción recreativa en este terreno de 30.000 m2 ubicado en la intersección de las avenidas Libertador y Dorrego y en el cual todavía funciona una playa de estacionamiento con capacidad para 1.000 vehículos.

El control del predio fue retomado por la Ciudad a mitad del año pasado, luego de que se lo expropiara a la sociedad a cargo del Hipódromo de Palermo y que se convocara a una licitación nacional e internacional para adjudicar la construcción de un nuevo polo gastronómico y comercial en esa zona que linda con el Paseo de la Infanta en el marco de un proyecto por el cual se invertirían cerca de u$s15 millones.

El terreno formaba parte del Parque Tres de Febrero y pasó a engrosar los activos entregados a Hipódromo Argentino de Palermo (HAPSA), en el 2002 cuando asumió las operaciones sin ningún permiso oficial pero argumentando que la playa se ubicaba dentro del pliego de concesión.

Luego en 2007, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, se lo cedió a HAPSA de manera gratuita y por un lapso de cinco años. Sin embargo, al poco tiempo de asumir el mismo puesto, el ahora presidente de la Nación, Mauricio Macri, derogó el decreto por supuestas irregularidades en la operación.

Ya en esos años, se presentaron denuncias contra la transferencia del estacionamiento conocido como Playa Gigena, una de las cuales fue impulsada por la Fundación Ciudad por entender que la ley nacional 24.257 prohíbe otorgar permisos de uso o concesiones en la zona del Parque Tres de Febrero.

Por tal razón, le pidió a Macri «su urgente intervención en defensa del patrimonio de la Ciudad por la entrega ilegal de un bien público». Esto llevó a que se revisara el decreto y finalmente se derogara.

Sin embargo, la empresa propiedad del empresario Federico de Achával recurrió a la justicia y mantuvo el control de la playa hasta que en enero pasado, la Legislatura porteña aprobó una ley para permitir la creación de un nuevo centro comercial y paseo público.

Pero un proyecto aprobado en enero del año pasado cambió la zonificación del terreno para cederlo en concesión a inversores privados aunque evitando la construcción de edificios para fomentar la creación de un corredor gastronómico con espacios verdes y el desarrollo de la actividad comercial y deportiva.

Según la ley, se permitirá reemplazar el estacionamiento por, entre otros, locales de «Alimentación en General, Restaurantes, Cantina, Pizzería, Grill, Bar, Café, Heladería, Lácteos». También se podrán habilitar locales deportivos, cines, teatros, un auditorio, galerías de arte, museos, bancos, entre otros rubros.

De acuerdo a lo que se detalla en los fundamentos de la ley, se busca «guiar el desarrollo urbano y social, con miras a la puesta en valor, refuncionalización y mantenimiento edilicio del Inmueble, y potenciando de esta forma el uso y el disfrute del entorno urbano».
Ahora, la concesión obligará al adjudicatario a usar por lo menos 1.000 m2 del predio para espacio público que permita extender la superficie del

El resto de la playa deberá transformarse en un nuevo polo comercial con el objetivo de tirar abajo la playa de cuatro pisos, eliminar la zona enrejada para construir un paseo comercial que siga la línea del corredor turístico porteño.

Por ese motivo, en los pliegos se establecerán diferentes usos que van desde locales comerciales, gastronomía, entidades bancarias y oficinas del estilo coworking.

Y sólo una pequeña parte se reservará para playa de estacionamiento pero que cubra las necesidades de los visitantes del paseo y no de quienes concurren al Hipódromo de Palermo.

Se establece además que los fondos que ingresen por el uso y explotación del nuevo polo comercial y gastronómico serán utilizados para obras de creación o mantenimiento de espacios públicos de la Capital Federal.

Fuente: iprofesional.com

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