Fabián Rodríguez Simón (Pepín) trabaja para extender la concesión del barco casino pero choca con Elisa Carrió.
El gobierno porteño trabaja a destajo para desactivar un conflicto en el barco casino de Puerto Madero. «Estatizarlo o cerrarlo» fue el ultimátum que Elisa Carrió le dio a Horacio Rodríguez Larreta.
La opción de la estatización fue la que tomó más fuerza en las últimas semanas. Los casi 3000 empleados que dependen del barco y los más de 150 millones de pesos por mes que ingresa el gobierno porteño en concepto de impuestos son un incentivo para que la nave siga flotando.
El contrato de los barcos finaliza en octubre de 2019 y pertenece en un 50% a la firma Cirsa que el empresario español Manuel Lao está vendiendo al fondo Blackstone; otro 25% al Hipódromo de Palermo y el otro 25% era de Inverclub. Esta sociedad estuvo integrada hasta 2016 por Cristóbal López, quien en medio de sus problemas judiciales la habría traspasado a su socio Ricardo Benedicto.
Carrió desconfía de la operación y cree la venta a Benedicto es ficticia. Sostiene además que la embarcación es un símbolo de la sociedad entre el kirchnerismo y Cristóbal López y por eso reclama que pase a manos del Estado. Si bien la Coalición Cívica no avala los juegos de azar, que sea operada directamente por Lotería de Buenos Aires, Lotba, sería un mal menor.
Lao presentó meses atrás un amparo ante la Justicia para lograr una prórroga del contrato que permitiera explotar el casino por 5 años más, posibilidad que figura en el pliego. Además, cuando Mauricio Macri asumió como presidente decidió cobrarle impuestos retroactivos y por eso albergaba esperanzas de un guiño judicial.
El magistrado que recibió el expediente se mostró desconfiado y pidió certezas de que «Lilita» avalaría la movida. Al final prefirió hacerse a un lado. «Dijo que era un problema de la política y que lo arreglara la política», confió una fuente al tanto de las negociaciones.
Fabián Rodríguez Simón, uno de los arquitectos judiciales del macrismo, es también quién Macri puso a cargo de los juegos de azar, aunque sin un puesto oficial. El Presidente le confió ese lugar y su posición aún no está demasiado clara.
Al inicio del gobierno Rodríguez Simón había compartido con Carrió la ofensiva contra Cristóbal López y contra un enemigo común: Daniel Angelici, otro importante empresario el mundo del juego que compite con el asesor presidencial por la representación oficial de la operación sobre el mundo judicial.
En aquellos años se filmaba en videos con Carrió y su ladera Mariana Zuvic, burlándose de Angelici y el entonces presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Pero pasó mucha agua bajo el puente y ahora Pepín está distanciado de la diputada y es mencionado por fuentes al tanto de las negociaciones, como un importante actor para que la actual sociedad del Barco Casino pueda seguir operando. El amparo del barco casino fue presentado en marzo y a la fecha el juez sigue sin pronunciarse.
Ariel Fassione, el secretario gremial de Aleara señaló que ante la gran incertidumbre que hay con la gente la empresa comenzó con los retiros voluntarios. «Estamos en estado de alerta», aseguró. También adelantó que comenzará a trabajar en forma conjunta con el gobierno para lograr la estatización del barco y «evitar la pérdida de fuentes laborales».
Fuente: lapoliticaonline.com