Como en los años dorados, Tucumán vivió una verdadera fiesta para toda la familia, que tuvo a El Vodevil como ganador.
“Desde chico me gustan los caballos y siempre vengo al Hipódromo, pero este es mi primer Batalla. Y aunque sabía que venía mucha gente, no me imaginaba tanta cantidad. Es impresionante”, contaba Cristian González, autodefinido como jockey frustrado desde que el estirón propio de la edad le impidió seguir corriendo cuadreras en su Santiago natal.
La muchedumbre que para él fue novedad representa un paisaje común para el habitué del “Batalla”. Sin embargo, en esta oportunidad el marco de la carrera más importante del NOA fue aún más multitudinario que de costumbre por una apuesta fuerte: los organizadores decidieron que la entrada fuera libre y gratuita.
“El balance es totalmente positivo. Se logró el objetivo, que era la participación de la comunidad”, sacó en limpio José Díaz, interventor de la Caja Popular de Ahorros, sobre la mejor concurrencia de público en por lo menos las últimas dos décadas: más de 20.000 espectadores cruzaron las puertas del Hipódromo a lo largo del día.
“Estamos felices por el éxito de la reunión. La familia concurrió masivamente y disfrutó de un espectáculo de primer nivel. Trabajamos para eso y que se haya logrado el objetivo me pone muy contento”, destacó Facundo Pizzo, delegado del Hipódromo.
Buena recepción
“Me parece una muy buena medida. Se nota que vino mucha más gente, como tres veces más que el año pasado. Es bueno que haya gente nueva que se acerque, que vengan más familias”, opinó Mario Rivera, quien desde hace casi 15 años se ubica cerca de la entrada para vender binoculares, caballos de juguete y otras mercancías.
Aunque históricamente asociado al género masculino, la realidad del turf de los domingos -y sobre todo la del “Batalla”- contrasta bastante con esa percepción: la verde explanada que media entre las tribunas y la pista parece una sucursal del Parque 9 de Julio.
“Me parece bien que no se haya cobrado entrada porque ya estaba muy cara. El año pasado gané $ 40, así que fue más lo que gasté en la puerta que lo que me llevé”, compara Luis Fernando Rivarola, de 82 años. “Era necesario, por cómo está la situación. Además, eso permite que vengan más familias enteras”, coincide su esposa, Guillermina del Carmen Romero.
Hablando de familias enteras, los que asisten en masa todos los domingos son los Sáez, congregados por las hermanas Ana, Olga, Graciela y Lucía. Cristina, la menor, no puede ir porque vive lejos. “Que la entrada sea libre es lo mejor, porque siempre venimos como 20 y es mucho”, opina Graciela. “Ojalá se mantenga. Encima los chicos te piden que les compres cosas y es un presupuesto”, agrega Olga. Su hija, Mariela Atencio, aclara que el turf es como la mesa de los domingos para los Sáez: “nos juntamos a matear mientras los chicos juegan. Eso sí, de las carreras ni nos enteramos. Nos preguntás quién ganó y no tenemos ni idea, ja ja”.
El Vodevil, el mismo que ganó en Santiago se quedó con el «Batalla de Tucumán»
El SPC tucumano se impuso en una carrera memorable viniendo desde atrás y atropellando en los últimos 20 metros. Fue conducido por Cristian Caram. Y fue escoltado por Sir Melody y en tercer lugar llegó el caballo santiagueño Citta Di Bari que lo cuida Francisco Muratore.
El ganador pagó $14.25 su triunfo y se consagró con el jinete Cristian Caram, quien ganó el gran premio en su tercera participación. En 2015 con El Vodevil había escoltado a Adeso. En 2016 condujo a Euzko de Mau Mau, que llegó sexto.
La competición se corrió en el hipódromo de Tucumán, ubicado en el Parque 9 de Julio. Se trata de una de las citas del turf más importantes de la región.
En tanto, hubo dos caballos santiagueños que ganaron en la jornada del pasado lunes, Roman Torrent 10º Carrera 1200 metros “Clásico Lito Bestani” y Río Hermoso en la 12º Carrera 1800 metros para todo caballo de 4 años y más edad. Ambos bajo los cuidados de Francisco Muratore.
Fuente: nuevodiarioweb.com.ar y lagaceta.com.ar