Sixties Song, el ganador de los grandes premios Carlos Pellegrini y Latinoamericano, correrá en Ascot este sábado, a las 11.35 (hora argentina), ante nueve rivales; cómo fue el viaje, la adaptación y las posibilidades ante un grupo de rivales de primer nivel
El King George VI & Queen Elizabeth Stakes es la carrera de caballos ícono del verano británico. Cada año, con la Reina Isabel en el Palco Oficial, tribunas en las que el público viste de gala siguiendo los códigos de vestimenta que rigen en el festival y los mejores galopadores europeos en la pista, la competencia de 2414 metros propone un desafío al que sólo se animan los pura sangre Clase A. Allí, sobre el césped del hipódromo de Ascot, estará Sixties Song, en un hecho inédito. Será la primera vez que un ejemplar sudamericano corra este Grupo 1 inglés sin haber hecho una adaptación previa en el Viejo Continente. Y desde las 11.35 (hora argentina), habrá nueve rivales en ese trazado que sólo para él será atípico, con subidas y bajadas, y en el sentido inverso al que se compite en la Argentina.
Sixties Song es el caballo que creció en Sierra de los Padres, se preparó para la venta en City Bell (la segunda etapa en el trabajo de crianza que hace el haras Firmamento), es entrenado en San Isidro y se consagró como campeón de la región en Valparaíso, Chile, al vencer en el Latinoamericano, en marzo pasado. Su conquista en el escenario trasandino y la anterior, en el Carlos Pellegrini, en el hipódromo del Jockey Club, lo pusieron en la vidriera internacional. Y la puesta a punto para este compromiso en igual recorrido en Inglaterra se pareció a la que desarrollaría cualquier boxeador que quisiera ganar el título mundial de visitante. Fueron 50 días aprontando de madrugada a contramano en Palermo -el hábitat que sirvió de cuarentena desde la tercera jornada- antes de las 20 horas -con vuelo directo- que separaron su traslado desde el stud en la villa hípica porteña hasta el que ocupa en Newmarket. Eso fue entre la mañana del sábado anterior y las primeras horas del domingo.
«Salió con 505 kilos y tiene 498. La tarde que llegó lo caminamos, ya el martes trotó y desde el miércoles estuvo galopando. Está comiendo bien e, incluso, en los últimos meses le fuimos cambiando la alimentación como para ir adaptándolo en ese también. Se le fue sacando la melaza y empezó a comer zanahoria. No se nota que haya sentido el cambio de hemisferio», comenta Alfredo Gaitán Dassie, su entrenador. El jet lag es lo que más afecta a los caballos en general. En particular, no hay evidencias desfavorables con Sixties Song, aunque creerlo capaz de ganar tiene más de utópico que de lógica. En las gateras estarán Enable, la potranca inglesa que ganó los Oaks (nuestro Selección) en Irlanda y en Inglaterra; Highland Reel, el caballo irlandés que buscará repetir su victoria del año pasado, para ser el tercero en imponerse dos veces en la historia de la prueba, y el potrillo local Benbatl, que viene de prevalecer en la misma cancha de Ascot y tendrá dos compañeros de equipo, su coterráneo Jack Hobbs y el norteamericano Maverick Wave, al que posiblemente Godolphin utilice para hacer rápida la carrera. Si los de adelante se sancan, Sixties Song tendrá un escenario más propicio que si debe acelerar antes de la recta final.
¿Si es una locura hacer semejante viaje con bajas expectativas? No hay una respuesta única. De hecho, a diario llegan a Palermo, San Isidro o La Plata ejemplares que viajan por horas desde diversas provincias en camiones que luchan contra el estado de las rutas nacionales, para correr la de perdedores en Buenos Aires. Por lo pronto, el trabajo previo con Sixties Song fue profesional, e incluyó una visita a tierra británica de Gaitán Dassie el mes pasado, para diagramar la logística. Y sus dueños pagaron el valor extra de que el caballo hiciera un viaje directo, cuando Ascot costeaba un viaje con un par de escalas y algún día más de demora. El grupo de propietarios que lideran la diputada Mónica López, el ex presidente de Argentinos Juniors Rubén Forastiero y Julio Biancardi se la jugaron. Llevan décadas en la actividad queriendo disfrutar de un caballo fuera de lo común. Ella ya estuvo más cerca, pues fue parte del numeroso grupo propietario de Team, el potrillo que brilló en la Argentina en los ’90 y estuvo cerca de emigrar, pero una infosura truncó su campaña y su vida. La pasión por el turf, está claro, genera preguntas que tienen respuestas muy personales. Pero desde que Calidoscopio ganó en Estados Unidos la Breeders’ Cup Marathon en 2012, tras clasificar en Palermo, ya hay muchos más audaces, para que el cuarto productor mundial de caballos de carrera tenga mayor participación fuera de la región.
Otro tema que generó polémica fue la decisión de que Juan Cruz Villagra no fuera el jockey, sin que incida el tercer puesto en el GP 25 de Mayo. «Ese día estaba falto y se cansó; no podía estar sin correr tanto tiempo. Lo cierto es que nos dijeron que era una locura pensar en un piloto que no conozca el hipódromo. Nadie corre acá sin conocer la cancha. Hay momentos en los que a los caballos no se los ve, si estás viendo las carreras en los primeros escalones de las tribunas. Por mí, le decía a Juan que vaya imitando a los demás pero era una locura. Fue una decisión difícil», revela el entrenador, en diálogo con La Nacion, apenas después de cenar junto a su hijo Nicolás y algunos amigos unos fideos a la bolognesa que cocinó Ramón Padilla, el peón del caballo. «Estamos en una casa, a unos 400 metros del stud en el que está Sixties Song», grafica. Tras la comunicación lo esperaba el helado de postre y enseguida, a dormir. «A la mañana va a galopar y a las 6 sale para Ascot», agrega. Allí, Sixties Song y el nuevo jinete se conocerán momentos antes de la cita. Será finalmente el francés Gerald Mosse, de 50 años de edad y 34 de experiencia en las pistas de Europa y Asia. Su último triunfo de Grupo 1 fue en septiembre pasado, en San Ciro, Italia, y el anterior en tierra europea, en 2012, con la salvedad de que estuvo radicado en Hong Kong algunas temporadas. «Lo ideal era tener asegurado un jockey hace tiempo, pero no iba a poder montarlo antes igual», se lamenta Alfredo, que en los últimos días se enteró que el francés Olivier Peslier, el reemplazante de Villagra, y el irlandés Jamie Spencer, la tercera variante, habían optado por otros compromisos, en otras ciudades.
En Ascot, a unos 60 kilómetros al Este de Londres, Sixties Song es presentado como «la superestrella argentina», aunque en las apuestas ofrezcan 66 euros por cada 1 jugado. Las ventajas que otorga son evidentes. También es notoria la clase que ha mostrado hasta aquí, y el hecho de emprender el desafío ya marca un suceso histórico en una prueba en la que el puñado de sudamericanos que la corrieron lo hizo tras realizar su preparación en el exterior.
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