El delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob), Armando Romero Rosales afirmó que existe complejidad para sancionar a quienes operan ilegalmente máquinas minicasino, ya que al momento de atender las denuncias, las corporaciones policíacas no encuentran los aparatos, o los detectan afuera de los establecimientos sin que pueda responsabilizarse a los propietarios de tienditas.
Tras darse a conocer la proliferación de máquinas tipo minicasino en sectores populares de la Ciudad de Aguaslientes, el funcionario federal enfatizó que el aseguramiento de estas máquinas es un tema que debe ser atendido por la Procuraduría General de la República, en coordinación con la Dirección General de Juegos y Sorteos, y la colaboración de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, como la instancia más próxima para ubicar en donde están operando las máquinas tragamonedas.
“El dato que nos comentaba el anterior delegado de la PGR, es que cuando había este tipo de denuncias llegaban y curiosamente cuando se hace el operativo por parte de la policía municipal no se encuentran las maquinitas o se encontraban abandonadas afuera de la tiendita y nunca hay cargos porque los encargados de los negocios decían que ahí la habían dejado sin que se dieran cuenta, es una forma de operar para esconder su culpabilidad”.
Aseguró que la delegación federal no está vinculada directamente al combate de los minicasinos, pero está atenta a notificar cada denuncia que se presenta por la aparición de máquinas tragamonedas a la Dirección Nacional de Juegos y Sorteos, para que se coordine en la realización de los operativos pertinentes.
Expuso que la Procuraduría General de la República sólo mantiene un caso en averiguación sobre una denuncia presentada a nivel estatal, a la espera de que se presenten avances a la brevedad.
Hizo un llamado a la población para que denuncie ante la delegación de la Segob o de manera directa al numero telefónico 01 800 005 83 46 sobre la operación de las tragamonedas, al advertir que su funcionamiento es una fuente de corrupción para los menores, que empieza como una adicción y después les abre la puerta a la delincuencia.
Subrayó que las sanciones por la operación de este tipo de máquinas se castiga con encarcelamiento y multas que pueden alcanzar los 5,000 pesos, al tiempo que hizo un exhorto a los padres de familia para que vigilen a sus hijos y eviten que puedan hacer uso de este tipo de juegos, que resultan inocentes en un principio, pero pueden causar graves daños.
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