El secretario de Hacienda venezolano, Juan Zaragoza justificó la determinación de autorizar la videolotería por reglamento y dijo que esto legalizará entre 20 y 25 mil máquinas en tres años.
Zaragoza aseguró que aún no cuenta con una compañía de las muchas que han intentado establecer estos juegos para adultos en el país.
«Se anticipa que podrían ser entre 20 mil y 25 mil máquinas en el término de tres años desde que comience un proceso de implantación. Conocemos que existen varias compañías a nivel mundial que se dedican a estas operaciones; no obstante, el Departamento de Hacienda no cuenta con ningún operador en este momento, ya que la medida está en proceso de aprobación», dijo Zaragoza en declaraciones escritas.
Aseguró que las máquinas que se encuentran operando ahora de forma ilegal, en casinos ilegales, bares, panaderías y hasta centros comerciales? podrían integrarse a la red si es que se aprueban los cambios al reglamento de Hacienda.»Actualmente se estima que hay sobre 40 mil máquinas ilegales. Esta actividad ha sido atendida por el Departamento de Justicia, quien ha realizado ciertos operativos para erradicar las mismas?, dijo Zaragoza. ?Bajo el sistema de videolotería, las máquinas que cumplan con los requerimientos técnicos que en su momento se establezcan para garantizar la confiabilidad de los juegos, se podrán integrar al sistema»
La Junta Interagencial para Reglamentar el Sistema de Lotería Adicional rindió un informe el pasado 6 de marzo en el que anuncia que enmendarán el Reglamento de Lotería Adicional para»incluir los juegos de videolotería como parte de los juegos ofrecidos a través de la Lotería Electrónica, establecer el andamiaje reglamentario necesario para que se puedan realizar ventas de jugadas de Lotería Electrónica a través de Internet» Este asunto debe ser ahora evaluado por la Legislatura que tiene hasta el 4 de julio para paralizar el cambio al reglamento.
Grupos como la Asociación de Hoteles y Turismo están opuestas a este cambio en el reglamento por entender que afectará el ingreso de los casinos en hoteles.
Pero según Zaragoza, estas máquinas no apelan al mismo público que utiliza los casinos.
«Hemos concluido que el juego de videolotería atiende un mercado distinto al de los casinos, por lo que anticipamos que no se afectarán las operaciones de los hoteles. Además, entendemos que el efecto que tienen las máquinas ilegales actualmente es mayor al que en su momento pudiese tener un sistema de videolotería debidamente regulado por el estado», dijo Zaragoza.
Dijo que Hacienda sí tiene la facultad de hacer esto mediante reglamento «siempre que cumpla con los criterios establecidos por la Ley 10″ El reglamento, dijo, es un proceso»más ágil y porque está dentro de las facultades del Secretario de Hacienda»
Cuando se le preguntó por qué no permitir que el asunto se atienda en la Legislatura «donde se han radicado proyectos para esto que no han conseguido el aval de los legisladores» dijo que el reglamento todavía tiene que ser evaluado por la Asamblea Legislativa.
«No obstante, y contrario a la regla general respecto a la adopción de otros reglamentos que no tienen que pasar por la Legislatura, en este caso, la Asamblea Legislativa pasa juicio sobre los juegos que el secretario quiere incorporar, ya que la Ley 10 establece un procedimiento particular a esos efectos, dándole la oportunidad de actuar sobre los mismos», dijo.
La Asociación de Hoteles y Turismo realizó recientemente una visita al Capitolio para dejar saber su rechazo a esta propuesta.
Miguel Vega, presidente de la Junta de Directores de la Asociación dijo que ya la Legislatura ha visto proyectos para la videolotería, pero que no han prosperado. Tanto en la Cámara como en el Senado hay oposición al establecimiento de la videolotería.
«Se ha comprobado que es malo para Puerto Rico, es malo para nuestra industria y pone 70 mil empleos de la industria del turismo en riesgo», dijo entonces.»Venimos quejándonos que esto y las máquinas ilegales podrían socavar más aún los ingresos de los casinos. Comprobado está que van seis casinos cerrados, no son cuentos de camino»