Un dictamen de Contraloría detalla que los municipios no están facultados para autorizar la realización de bingos, ni menos para facilitar instalaciones públicas para estos.
Según el documento, los juegos de azar -entre los cuales están comprendidos- solo pueden ser explotados a través de una autorización legal.
El pronunciamiento agrega que las municipalidades deben actuar dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley, «no teniendo más atribuciones que las que expresamente les haya conferido el ordenamiento jurídico».
En muchas comunas los municipios patrocinan, autorizan e incluso facilitan sus dependencias para estos eventos, aunque la ley indica que son las intendencias las únicas que pueden dar ese permiso.
«El dictamen es lamentable, porque las intendencias están súper saturadas y ahora el proceso se hace más engorroso, pues muchos bingos o rifas se hacen por familias vulnerables y en poco tiempo», explica Natalia Carrasco, alcaldesa de El Quisco, comuna de la Quinta Región que solicitó el pronunciamiento de Contraloría.
Sergio Puyol, alcalde de Macul y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, asegura que el dictamen tiene que ser acatado, pero espera que ojalá haya una revisión. «Se organizan bingos ante una apretura económica y la gente no va por un juego de azar, sino que por un ánimo solidario», dijo.
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