La semana pasada se celebró en Pittsburgh el duelo entre cuatro profesionales de póquer y el robot ganador del último Mundial de Póquer de máquinas. En la modalidad No Limit Hold´em y en partidas simultaneas de dos jugadores con reparto de cartas inverso, los humanos demostraron que en el póquer todavía pueden con las máquinas.
La máquina Claudico había sido la ganadora del Mundial de Póquer de máquinas y sus creadores organizaron en Pittsburgh la semana pasada una partida de 80.000 manos a la modalidad No Limit Hold´em ante Douglas Polk, Jason Les, Bjorn Li y Dong Kim, cuatro jugadores profesionales.
Las partidas se jugaban en parejas de forma simultánea, aislada, con un reparto de cartas inverso y con las cartas de flop,turn y river similares, de tal manera que las que se repartían a un jugador, en la partida de su pareja se repartían a la máquina, compensando así el factor suerte.
El resultado ha sido una cala victoria para los humanos frente a la inteligencia artificial y es que como explica su creador: “Es un juego de enorme complejidad que requiere que el programa tome decisiones basadas en información incompleta y a menudo engañosa, debido a los faroles, el llamado juego lento y otras formas de despiste. Para ganar, debe ser más lista que sus rivales humanos”.
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