Bañuelos, a punto de tirar la toalla en el Eurovegas de Artur Mas
Enrique Bañuelos parece dispuesto a tirar la toalla como coimpulsor en el que iba a ser un remedo o un competidor del fracasado Eurovegas, que se prevé construir en Tarragona, al lado de Port Aventura. Conocido como BCN World, fue una apuesta personal del presidente de la Generalitat Artur Mas para contraprogramar la decisión de Sheldon Adelson de elegir Madrid a costa de Barcelona para instalar su prometido y nunca ejecutado paraíso del juego dentro de una burbuja legal: Eurovegas.
Para embarcarse en su dudosa aventura, el líder de CiU se rodeó de socios de renombre, aunque unos con más caché que otros. Enrique Bañuelos, el hombre que exprimió la burbuja inmobiliaria al máximo, fue uno de ellos. Pero su entusiasmo por BCN World se va desvaneciendo y ahora está al filo de abandonar el barco.
Es a la vez una estrategia para presionar la planificación urbanística que está diseñando la Generalitat. Un órdago. El caso es que se ha filtrado a la prensa de la comarca que Veremonte, el brazo inversor de Bañuelos, se está planteando salir del proyecto a la espera de conocer las bases de la segunda fase del concurso de licencias. La empresa no quiere tomar decisiones hasta ver si las condiciones del Plan Director Urbanístico (PDU) se ajustan a sus preferencias, según informa el Diari de Tarragona.
Es un lo tomas o lo dejas que puede desembocar en la desvinculación definitiva del macroproyecto. Veremonte ya había renunciado en diciembre a adquirir los terrenos donde está previsto el macrocomplejo de ocio y dejó de ser su promotor para convertirse en un operador más. La empresa opta a dos licencias de casino: a una formando grupo con Melco y a otra junto con Hard Rock.
El planeamiento urbanístico del Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou, donde se proyecta el macrocomplejo BCN World, prevé un incremento del techo residencial orientado a los usos turísticos. El plan vigente desde 2006 incluye 386.000 metros cuadrados de techo residencial en la zona sur. Los promotores de BCN World quieren, lógicamente, aumentar la edificabilidad del proyecto para que les salgan mejor los números. Pero no es el único problema, otro es la falta de financiación. Bañuelos estaba buscando socios entre entidades financieras asiáticas pero esas negociaciones no han cuajado hasta la fecha. Por el momento, el consorcio está formado también por Melco, Hard Rock, Ceasars, Value Retail, Melià i Port Aventura.
La gestación de BCN World implicó concesiones como el cambio en la ley del juego de Cataluña, que el año pasado redujo del 55% al 10% el gravamen que se aplica a la actividad de los casinos. BCN World estima que la construcción del complejo creará 17.000 puestos de trabajo y una vez empiecen a funcionar, cada “resort” dará empleo a 5.000 persones de manera directa. En total, el proyecto prevé unas inversiones totales de 4.500 millones de euros.
La renuncia a la opción de compra sobre los terrenos supuso no ejercer la opción de compra sobre los terrenos de La Caixa, que los vende por 377 millones de euros. La propia Generalitat de Cataluña salió al rescate del proyecto al anunciar un pacto con La Caixa que supone firmar una opción de compra de 18 meses sobre el terreno donde está previsto se levante el macrocomplejo de ocio.
Con el fin de blindar que el proyecto llegue a buen puerto, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, decidió que la empresa pública Incasòl gestionará el acceso al suelo de aquellas empresas que opten a una licencia de casino en el ámbito del Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou.
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