Ante las controversias legislativas que se dieron lugar en estos días en General Pico y otras localidades, el presidente del Instituto de Seguridad Social (ISS), Miguel Tavella, afirmó en declaraciones a CPEtv, que el Estado tiene que tener una participación activa en la regulación del juego.
En ese sentido, se mostró favorable a la apertura de nuevas salas de juego en ciudades como General Pico y 25 de Mayo. A su entender, el juego oficial permite canalizar una «debilidad humana» y avanzar sobre las apuestas clandestinas.
El funcionario visitó esta semana los estudios de la televisión cooperativa. Lo hizo como invitado en el programa «La parte y el todo» que se emite los miércoles a las 22 por el Canal 2. Allí explicó cuáles fueron los motivos por los cuales Casino Club pidió una prórroga en el plazo que tiene para desmontar la sala del tragamonedas del centro santarroseño y, a la vez, fue consultado por el proyecto de abrir una sala similar en General Pico, en este caso, un pedido de otra empresa que en las últimas horas fue rechazado por el Concejo Deliberante piquense.
Más salas.
«Yo no debería opinar, pero creo que tendría que haber una sala de juegos en Pico. El juego en el norte provincial es importante. Mucha gente viene acá y otra gente acude al juego clandestino. Lamentablemente no sé por qué cuestión sociológica nadie se queja del juego clandestino. Estamos trabajando para ver si podemos lograr una modificación legal de ese estatus. Tenemos algunas consultas de personas que están interesadas», dijo.
-¿Cuánto dinero mueve el juego ilegal?
-No debe ser grande el movimiento de dinero por el juego ilegal. En general, la presencia del juego oficial fue un duro avance sobre el juego en sí y permitió que la gente canalice su debilidad humana. Yo puedo vivir en el interior de un casino y no me van a sacar una moneda, pero no todos somos iguales, hay gente que tiene debilidades. El juego está desde que existe la humanidad. Lo primero que se le enseña a un chico en el hogar es a jugar.
-Pero no es lo mismo.
-No se le enseña a jugar a los dados, pero sí el juego lúdico. El Estado tiene que meterse y por ese motivo creo que en General Pico y en 25 de Mayo también debería haber salas de juego. En Casa de Piedra se está analizando la instalación.
El juego y la ayuda social.
En Santa Rosa, la firma Casino Club posee un total de 620 máquinas tragamonedas: 420 en el edificio de Illia y Circunvalación y 200 en la sala ubicada en la calle Hilario Lagos. Tavella afirmó que los aportes del juego al Estado están lejos de resolver todos los problemas, pero aseguró que el mayor aporte que hace el juego al ISS es en el financiamiento que recibe la obra social Sempre.
«Cuando se hizo el acuerdo con el Casino, hace tres años, por el ajuste del canon, los 100 mil dólares extras que se lograron, en su mayoría, van al Sempre. El total del canon son 200 mil dólares mensuales, es una cifra importante que ayuda mucho al Sempre», dijo.
Explicó que la obra social tiene un déficit provocado por la atención de los beneficiarios de pensiones graciables. «Tienen un aporte muy bajo y, en general, son los demandantes más altos porque, en general, los destinatarios de las pensiones son personas con problemas de salud que no son sencillos y requieren tratamientos caros. Esa relación que daba un ingreso pequeño con un egreso alto y creciente, en buena medida se resuelve con los aportes que el juego le da a la obra social», explicó.
De acuerdo a la ley que sancionó la Cámara de Diputados de la provincia, los aportes del juego, además del Sempre, tienen como destinatarios los ministerios de Educación y Salud, el área de Turismo y la de Asuntos Municipales.
Cajas con déficit
El presidente del ISS dijo que los únicos que no deben estar preocupados por la situación financiera de las cajas jubilatorias de la provincia son los propios jubilados, puesto que el Estado provincial es el que garantiza con su patrimonio que cobren sus haberes.
Desde hace años, el déficit de la Caja de la Policía es cubierto por el tesoro provincial. En este caso, el Instituto solo actúa como administrador. En cambio, las cajas jubilatorias de civiles y docentes provinciales tienen un déficit que es compensado por el propio ISS con recursos propios.
Tavella dijo que, en promedio, tomando los tres sistemas (policial, docente y civil), la relación entre aportantes y pasivos es de 2,7 trabajadores activos contra un jubilado. «Esto es malo», sentenció. De acuerdo a su estimación, para el régimen civil debería haber una relación de 3,5 activos por cada pasivo, mientras que en el caso de los docentes, se necesitan cinco por cada uno, dado que las remuneraciones son más altas.
Con ese panorama, el funcionario ratificó su posición respecto a que aceptar el reclamo de los jubilados que piden el recálculo sería muy negativo e implicaría un quebranto para el Instituto puesto que se sumaría una nueva exacción de fondos sin compensación alguna. «Lo que está pidiendo ese grupo, que representa el 30% de la masa jubilatoria, no está previsto, ni en la legislación ni en los cálculos financieros, que se realizan sobre lo existente», sostuvo.
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