PIDEN DECOMISARLAS Y DESTRUIRLAS
Más de 300 máquinas tragamonedas funcionan sin regulación alguna en tiendas de barrio, mercados y negocios de diversa índole del país, por lo que se preparan acciones para decomisarlas y destruirlas, informó ayer el responsable de la Autoridad de Fiscalización y Control Social del Juego, Mario Cazón.
“Son máquinas que están diseñadas para hacer que el jugador siempre vaya perdiendo y por tanto no cumplen ningún requisito estándar internacional ni nacional respecto de qué momento puede botar el premio”, manifestó.
Agregó que también son una distracción peligrosa para niños y jóvenes, y se tiene previsto evitar la continuidad de su empleo, tanto en capitales como en provincias, y sancionar con 8.550 bolivianos de multa por máquina a sus propietarios.
El regulador comenzó la distribución pública de trípticos sobre la normativa de juegos de azar, las promociones empresariales y de fines benéficos para que la población no sea estafada.
En ese sentido, recordó que está también en preparación la intervención en salones de juegos no autorizados para su funcionamiento en el territorio nacional.
Estableció que se conoce de la existencia de unos 15 negocios de esa naturaleza, de los cuales sólo dos tienen licencias de operaciones, dos fueron rechazadas y el 85 por ciento son ilegales.
“La Autoridad de Juego ya tiene un plan definido y próximamente, en los días siguientes, estaremos haciendo el retiro de las máquinas de juego”, dijo Cazón.
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