Desde el pasado sábado más de mil jóvenes disfrutan de la instalación de 3 canchas de césped sintético y más de 50 adultos mayores cursan talleres vocacionales en la sede propia del Centro Amancay.
En actos encabezados por el Sr. Gobernador, Omar Gutiérrez, acompañado del Vice Gobernador Rolando Figueroa, entre otras importantes autoridades provinciales y del Instituto Provincial de Juegos de Azar, se procedió a la inauguración de obras que beneficiarán a la integración y desarrollo del Barrio Confluencia de la ciudad de Neuquén.
Los aportes económicos proporcionados desde el IJAN, permitieron la concreción de la sede propia del “Centro Amancay” destinado a la contención y socialización de los adultos mayores del barrio, y de la instalación de 3 canchas de césped sintético para la práctica de fútbol.
Al decir del Sr. Gobernador, “Son muchos años de lucharla y de pelearla en este barrio. Hoy hay compromiso cumplido en barrio Confluencia”, expresó el mandatario al inicio de su alocución.
Por su parte, el presidente de la comisión vecinal del barrio Confluencia, Luciano Montesino, destacó emocionado, “…este espacio se transformó ahora en el lugar más lindo del barrio Confluencia”.
Las obras concretadas en la Sede del Centro Amancay, consisten en la construcción de un Salón de Usos Múltiples que permiten el dictado de talleres de pintura, manualidades, tejido y gimnasia, entre otros, que albergan las energías e iniciativas de más de 50 adultos que seguramente seguirán creciendo en número a partir de las comodidades que brinda el espacio. En cuanto a las canchas, se trata de dos superficies para fútbol 5 y una de 11 reglamentaria, las cuales cuentan con césped sintético e iluminación del área con tecnología led, destinadas a los más de 1000 jóvenes que viven en ese sector de la ciudad y que hasta el momento carecían de un espacio apto para la práctica de un deporte.
Con este aporte el Instituto Provincial de Juegos de Azar del Neuquén, cumple con una de las principales premisas de la Ley 2571 que fundamenta su creación en la necesidad de destinar los fondos recaudados por la explotación de los juegos de azar a obras de acción social y educación.