EN MADRID CONFÍAN EN COMENZAR LAS OBRAS
En Madrid esperan con los brazos abiertos el proyecto de Sheldon Adelson. Se trata de un multimillonario estadounidense de 78 años —décimosexto hombre más rico del planeta— que se ha fijado en la capital para instalar uno de los mayores complejos de congresos y ocio del mundo.
Doce hoteles (35.000 habitaciones), seis casinos (1.065 mesas y 18.000 máquinas recreativas), un pabellón para 20.000 espectadores, decenas de restaurantes, tres campos de golf… Para ello, está dispuesto a invertir casi 17.000 millones de euros y, de paso, reducir a la mitad la lista de desempleo en la región, pues necesitará 261.000 nuevos trabajadores. Las instituciones, como no podía ser de otra forma, están dispuestas a ponerle una alfombra roja al magnate.
El Gobierno regional le ha ofrecido varios emplazamientos para construir su «mastodóntico» proyecto. De momento, han salido a la luz Valdecarros (Vallecas) y Alcorcón, pero fuentes que participan en la operación no descartan que «los americanos» tienen elegido otro destino secreto, en otro municipio de la región. Valdebebas se descartó casi desde el primer minuto. Es cierto que la contraprestación no parece sencilla, pero como se recuerda desde la Comunidad, «los proyectos singulares tienen necesidades singulares». Esperanza Aguirre ya ha dicho por activa y por pasiva que está dispuesta a poner todo tipo de facilidades para que el proyecto aterrice en Madrid. Ana Botella, alcaldesa de la capital, se muestra algo más cauta y prefiere condicionar el apoyo del proyecto a que el Gobierno de Rajoy dé todas las bendiciones.
Negociación desde 2007
Las negociaciones con Las Vegas Sands Corp. comenzaron en 2007. Desde un primer momento mostraron su interés por instalarse en Madrid. Con la crisis financiera desaparecieron y se concentraron en los proyectos de Macao (2009) y Singapur (2010). Los dos funcionaron como un tiro desde el primer momento. Sólo el primer año alcanzaron los objetivos que habían previsto para el quinto. Con esta alegría bajo el brazo, retomaron los contactos con Madrid en abril del año pasado. Desde entonces, las reuniones se producen cada quince días. La última, el pasado miércoles.
En ella, según ha podido saber ABC, los promotores del desarrollo hicieron saber su preocupación por la imagen que se estaba dando del proyecto. «Existe la sensación de que se quiere levantar en la capital una especie de paraíso fiscal con pinta de Sodoma y Gomorra», apuntan. Nada de eso. El gran tirón del proyecto radica en el espacio dedicado al turismo de congresos. De los cinco millones de metros cuadrados que se necesitarán para construir, los casinos sólo ocupan el 3% del suelo. En Las Vegas, por ejemplo, sólo el 15% de los visitantes van a jugar de verdad. De los 40 millones de personas que reciben cada año, 16 millones forman parte del turismo de negocios, mientras que otros 24 son de ocio.
El grupo americano se ha fijado en Madrid por su clima, por la cantidad de suelo libre que tiene en los alrededores de la capital, por contar con un aeropuerto importante y, sobre todo, por disponer de una legislación favorable para este tipo de proyectos. Tanto la Comunidad como el Ministerio de Industria han dejado caer que las negociaciones están «muy avanzadas». El plan consiste en construir primero un gran casino e ir reinvirtiendo después el dinero que genere en el resto de las instalaciones. Las previsiones apuntan que las obras podrían comenzar a finales de 2013 y que las primeras construcciones podrían inaugurarse a lo largo de 2015.
Todo debería estar acabado en 13 años. Por si acaso, Barcelona no pierde de vista el proyecto. Pero Jesús Sainz, presidente de PromoMadrid, uno de los grandes promotores del proyecto, asegura que Sheldon Adelson ya ha elegido Madrid. Por cierto, este proyecto no tiene nada que ver con el de los Monegros. «Allí llevan años buscando inversores; aquí han sido los inversores los que nos han venido a buscar».
abc.es