Renuevan el histórico hipódromo de La Plata

Inaugurado en 1884 por Dardo Rocha, hace tres décadas que no recibía mantenimiento adecuado. Lo reinauguran este fin de semana con la puesta en valor de los palcos, tribunas y la pista.

Recordada en letra de tangos inolvidables y en fotos coloreadas de sepia, la cultura hípica y el entorno que se mueve a la par de las carreras quedó en el nuevo milenio relegado a un grupo reducido que comparte el amor por los “burros” y los relatos de aquellas jornadas históricas que movilizaban multitudes.

Es un recorrido que atravesó tres siglos, impulsado por los artífices de la Generación de 1880 y que permanece como un rezago en esta era de la tecnología. El Hipódromo de La Plata, inaugurado en 1884 por Dardo Rocha tuvo también su etapa dorada, pero quedó lejos. Todavía se recuerdan las reuniones con más de 20 mil personas para presenciar los clásicos, allí en el corazón del bosque.

Entre 1930 y 1945, el Hipódromo tuvo el mayor proceso de transformación edilicia: amplió sus instalaciones con un criterio avanzado para su época en cuestiones funcionales, estructurales y estéticas. Construyeron los accesos, los pabellones de veterinaria y química, las tribunas Paddock (1937-1940) y Nueva Popular (1942-1944) y las boleterías (1944). En 1964, en el Hipódromo de La Plata se inauguró el primer sistema de iluminación nocturna de todo el país.

Pero abandonado y sin mantenimiento ni inversión en más de tres décadas, los edificios que integran el complejo -típico exponente de la arquitectura racionalista- quedó con porciones edilicias al borde del derrumbe. Literal.

Para el último gran evento del año pasado -el Gran Premio Dardo Rocha, que se celebra todos los 19 de noviembre- dos de las tres tribunas estaban inutilizadas: escombros y mamposterías descascaradas; sectores completos inaccesibles. Ese era el panorama.

Hace seis meses comenzó un plan de recuperación y restauración que se estrenará en el próximo “Dardo Rocha”, en la 116 edición. La cita será este sábado 19 de noviembre, aniversario de la fundación de la capital bonaerense.

Según dijeron a Clarín en el instituto de Loterías y Casinos, responsable del predio, se invirtieron más de $50 millones en este programa de “remodelación y puesta en valor del Hipódromo platense”. Incluyó la recuperación integral de 22 palcos, que ahora tienen con 15 m2, sistema de climatización y refrigeración individual. Esos puestos de privilegio para apreciar en detalle las pujas hípicas fueron vendidos a dueños de pura sangre o de studs. En cada cabina hay 2 televisores de 42” en ambos laterales, donde los apostadores pueden revisar las jugadas y las carreras.

“Queremos recuperar el esplendor del turf en la ciudad. La Plata necesitaba este espacio de casi 60 hectáreas que ahora podrán disfrutar todos”, se entusiasmó el presidente del IPLyC, Eugenio Melitón López.

“Este proceso continuará con la instalación de 1.100 boxes nuevos y eso significan puestos de trabajo, y la generación de una industria sin chimeneas”, anticipó el funcionario. El organismo tiene registrado más de 2.000 caballos de carrera que utilizan las instalaciones y estiman que unas 30 mil personas directa o indirectamente trabajan en relación con la actividad.

Un detalle distintivo de esta renovación: el ingreso a los palcos desde planta baja hasta el entrepiso se puede recorrer desde una escalera mecánica toda de madera, de pinotea, construida en 1929. Estaba arrumbada y sin funcionar desde hace 30 años. Fue totalmente restaurada y puesta en funcionamiento en un trabajo casi artesanal. Según cuentan los expertos, sólo hay cuatro escaleras de este estilo en el país.

Los pura sangre también tendrán pista renovada porque se repararon los casi 3.000 metros de arena donde despliegan sus destrezas los pingos de carrera.

clarin.com

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