Fue tras una larga disputa judicial, en la que el Gobierno porteño reclamaba una deuda por Ingresos Brutos. Desde 2003 las máquinas tragamonedas de Palermo y las salas de Puerto Madero no pagan tributaban al fisco porteño.
El tema se había judicializado a tal punto que había llegado a la Corte Suprema. El Gobierno porteño le reclamaba al Hipódromo de Palermo y al Casino Flotante de Puerto Madero una deuda impositiva millonaria. El conflicto se resolvió con una moratoria: según informó la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos porteña (AGIP) hoy se registró la adhesión a la moratoria de las dos salas de juego.
En dicha regularización, que se realiza en los términos de la Ley 5616/16 de la Ciudad, que acompaña a la moratoria nacional, las empresas del sector vinculadas a estas explotaciones se acogieron a la medida por un monto total que supera los $ 2.000 millones de pesos.
Se trató, explicaron en la AGIP, de una presentación espontánea y voluntaria, que se efectiviza con el pago del anticipo del 15% del monto a regularizar, tal como lo establece la normativa.
Al margen de la presentación, hasta el momento están vigentes las medidas cautelares interpuestas por el Hipódromo y el Casino, las cuales impidieron al fisco porteño realizar fiscalización alguna durante los pasados períodos. El argumento era que al estar en terriotorio Federal, no le correspondía tributar a la Ciudad.
La situación cambió con el decreto de Mauricio Macri que dio inicio al proceso de traspaso del juego de la órbita de la Nación a la Ciudad. De hecho, desde ese mes ambas empresas ya habían comenzado a tributarle a la Ciudad un total de $ 50 millones por mes.
clarin.com