Le impidieron jugar al poker y recurrió a organismos de DD.HH.

08-pokerA Marcelo Algranati lo consideran el «Mike Tyson» uruguayo del póker. Conoció el juego desde chico y hace 10 años que es profesional. Con el apodo de Iko o La Hiena, Algranati ha participado en dos campeonatos mundiales (2005 y 2014).Cada año, el jugador uruguayo viaja seis veces a Las Vegas a sentarse en una mesa con varios de los mejores jugadores profesionales de todo el mundo.

También frecuenta los casinos de Montecarlo (Mónaco), Miami (Estados Unidos), Barcelona (España) y Punta del Este.

Sin embargo, en Uruguay no puede ingresar a un conocido hotel-casino puntaesteño desde hace 10 años. Sí lo hace en otros locales de juego de Montevideo o del interior del país.

El 9 de marzo de este año, Algranati denunció en la Junta Departamental de Montevideo que era discriminado por el casino. El expediente pasó a la Comisión de Derechos Humanos de la Junta de Maldonado porque el hotel-casino denunciado se encuentra en Punta del Este.

«Siento que soy discriminado. Ingresé a jugar en los principales casinos del mundo y no puedo hacerlo en un hotel de Punta del Este. Eso también afecta mi imagen en el extranjero, ya que se preguntan sobre la razón por la cual no puedo jugar en un casino de mi propio país», dijo Algranati.

En su apartamento ubicado en el corazón de Pocitos, el jugador recordó que, antes de que se le prohibiera la entrada, jugó varias finales de póker en el hotel-casino de Punta del Este.

Dijo que se le prohibe la entrada al casino esteño porque jugó en el pasado mesas de póker que fueron armadas en casas particulares. «La empresa dueña del casino argumentó que yo les saqué clientes. Todos los que participaron en esos juegos en las casas pueden ingresar al casino menos yo», dijo.

El jugador profesional insistió en que hace 10 años que el casino le aplica el derecho de admisión. «Toda sanción algún día se levanta. Con el correr del tiempo hice tres gestiones con el casino y no dieron resultados positivos. Tengo una condena de por vida», lamentó.

Acompañado por el edil frenteamplista Sebastián Rubino (Liga Federal), Algranati también denunció el caso a la Institución Nacional de Derechos Humanos.

«Presentamos el tema ahí porque Algranati se siente realmente afectado. A él lo invitan a los principales casinos del mundo y sobre él pesa ese manto de dudas de que no puede entrar a un local de juego de su propio país», dijo el edil oficialista.

En la Junta de Maldonado, el expediente de Algranati se archivó sin mucha discusión. «El tema excedía al cometido de la comisión de derechos humanos de la Junta», dijo a El País el edil nacionalista Darwin Correa.

Intuitivo.

Iko o La Hiena aprendió a jugar póker a los 11 años. Su padre tenía una casa de juego llamada «Hacoaj», en la calle Río Negro entre San José y Soriano.

En 2004 se transformó en un jugador profesional. Con el correr de los años, fue perfeccionando su estilo de juego tras sentarse con los mayores exponentes del juego.

Cada dos meses, concurre al casino Bellagio, el mayor pókeroom (sala de juego de póker) del mundo ubicada en Las Vegas. En 2014, jugó el torneo más grande de Miami en el Hard Rock Casino, cuya entrada tenía un costo de US$ 5.000.

Mundo Póker, una revista especializada en ese juego, escribió sobre el jugador uruguayo: «Iko es el único jugador latinoamericano que ha estado disputando mesas de alto nivel en los sitios más importantes del mundo (Monte Carlo, Miami, Las Vegas) a nivel de cash (dinero en efectivo) en los últimos 10 años. Es un especialista que solo juega esa modalidad, pero en ella es indiscutible».

Algranati se califica como un jugador ganador y especialista en el póker de mesa. No juega al póker por Internet, porque ahí no puede usar su arma principal: la intuición.

«Tengo buena lectura de cara. Sé si me están mintiendo o no. A veces me equivoco. Pero esa es una de mis fortalezas», relató a El País.

Saber si el contricante miente o no es clave en una partida de póker. «Para ser un buen jugador hay que ser inteligente. Se puede ser muy inteligente y mal jugador. Pero nunca al revés», agregó Iko o La Hiena.

La inteligencia es necesaria en el póker porque no es un juego de azar. «Se trata de un juego de estrategias», explicó.

Algrenati llegó a estar hasta 30 horas consecutivas jugando en una mesa de póker.

Generalmente compra fichas por el equivalente a unos US$ 4.000.

Lo máximo que ganó en un torneo fueron 37.000 euros.

elpais.com.uy

El uruguayo Marcelo Algranati jugó los campeonatos de poker en 2015 y 2014.

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