Tras registrar un cierre de año negativo en 2014, los casinos de Macao han visto reducirse sus ingresos a la mitad en el mes de febrero. Y una de las principales causas posiblemente resida en el endurecimiento de la lucha contra la corrupción por parte del Gobierno chino.
De acuerdo con los datos publicados en la web del regulador chino de los juegos de azar, los ingresos brutos procedentes del juego en esta región administrativa especial de China (tiene el mismo estatus que Hong Kong) descendieron un 48,6% con respecto al año anterior, hasta los 19,5 millones de patacas, la divisa de Macao, equivalente a unos 2.400 millones de dólares.
El dato supone constatar una tendencia que se inició en 2014 y representa, además, la mayor caída mensual de su historia. Son ya nueve los meses que consecutivos que baja el volumen de ingresos. En el conjunto del pasado año, las gancias por apuestas en Macao cayeron el 2,6% interanual, tras anotarse en diciembre una disminución récord del 30%, que ha sido superada con creces en febrero.
Macau, el mayor centro mundial de juego del mundo, es el único lugar en China donde están permitidos los casinos. Sin embargo, según indican fuentes cercanas a la BBC la campaña puesta en marcha por Pekín para hacer frente a la corrupción entre los funcionarios públicos es una de las principales razones que explican la caída del negocio, ya que ha mantenido alejados a los chinos adinerados.
De hecho, el anuncio en diciembre de que el Gobierno de Xi Jinping iba a lanzar una campaña contra los flujos de dinero ilícito dirigidos específicamente a Macao, para analizar cómo estos jugadores adinerados, a menudo funcionarios y empresarios chinos, trasfieren sus fondos hacia el región. Esta medida, vinculado a la estrategia para erradicar entre funcionarios oficiales y del Partido Comunista de China (PCCh), ha provocado una gran preocupación en Macao que sigue teniendo sus consecuencias financieras para el sector.
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