MÁQUINAS DE APUESTAS DEPORTIVAS EN GALICIA

COMENZARÁN A FUNCIONAR EN EL OTOÑO EUROPEO

A partir del otoño, los gallegos podrán apostar por la victoria del Celta sobre el Deportivo desde su bar preferido e incluso desde el interior de Balaídos.

La Xunta aprobó ayer el decreto que regula las apuestas deportivas en Galicia, que eleva a siete las comunidades que ya tienen regularizado este tipo de negocio. Bares y restaurantes podrán instalar 2.000 máquinas y los locales dedicados al juego como casinos, bingos, tiendas específicas y recintos deportivos dispondrán de otras 700. Con esta nueva modalidad de juego, el Ejecutivo prevé ingresar dos millones de euros el primer año y alcanzar una cifra de cinco cuando el negocio se asiente.

La Consellería de Presidencia comenzó a elaborar el decreto para regular este sector el año pasado, como adelantó este diario, y concluido ya el proceso de audiencia pública se lanza a permitir una modalidad de juego incipiente. Podrán instalar estas terminales –similares en aspecto a las máquinas tragaperras– tiendas específicas de apuestas; casinos, bingos y salas de juego; y establecimientos de hostelería. El número máximo de máquinas será de 12, 5 y 1 para cada grupo, respectivamente.

Las restricciones para apostar tanto en acontecimientos deportivos como en carreras hípicas se extienden a menores de edad, ludópatas que hayan solicitado su inclusión en el registro que les veta la entrada en locales de juego, y ciudadanos bajo los efectos del alcohol. Será el personal de cada centro el que deberá controlar que se cumplan estas restricciones.

El decreto también limita las cantidades que cada ciudadano podrá dedicar a apostar si Messi bate su récord de goles en un partido o si el Deportivo se clasifica para la Europa League. Las apuestas cruzadas (individuales) tendrán un límite de 600 euros, que serán 20 en el caso de los bares y restaurantes. En el caso de las apuestas mutuas (colectivas al estilo de las quinielas) y las de contrapartida (contra la empresa de apuestas) será de 100.

Las firmas que quieran operar en este sector deberán inscribirse en un registro específico y obtener autorización. En función de las tiendas de apuestas que abran -al estilo de los locales actuales de loterías del Estado-, podrán recibir concesiones para instalar terminales en otros establecimientos, como sucede con las empresas de juego tradicional y las tragaperras de los bares. Estas, sin embargo, generan una recaudación de unos 70 millones anuales, mucho mayor a la que proporcionarán las apuestas.

Cien becas predoctorales

No fue la única decisión que tomó ayer el Consello de la Xunta, que también aprobó dos medidas dirigidas a la investigación y la innovación. Por un lado, la Consellería de Educación e Cultura destinará 5,5 millones de euros a becas para la etapa predoctoral en las tres universidades gallegas en el marco del Plan Galego de Investigación, Innovación e Crecemento 2011-2015, conocido como Plan I2C.

Esta inyección de dinero permitirá la financiación de 99 contratos: 75 en la modalidad de ayudas de apoyo a la etapa predoctoral de carácter general y 12 para las modalidades de los campus de excelencia (Campus do Mar en Vigo y Campus Vida en Santiago de Compostela).

Por otro lado, el Consello aprobó también la Lei de Fomento da Investigación e a Innovación de Galicia. «Busca que cada euro que destinamos a I+D tenga un resultado concreto», la defendió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que también sostuvo que facilitará el incremento de la «competitividad» del empresariado gallego.

La reforma legal cambia un marco que llevaba sin actualizar 20 años y pretende vincular la investigación con el mundo empresarial desde el punto de vista de los resultados y la financiación. «Trata de fomentar la innovación en dos fases: captación y retención del talento en las universidades gallegas y rendimiento económico y social en las empresas», definió.

El encargado de resumir los objetivos del proyecto de ley que ahora será discutido en el Parlamento fue el conselleiro de Economía. Javier Guerra defendió la conexión universidad-empresa y pidió un cambio cultural. «Venimos de una cultura de la investigación por la subvención, no vinculada a los resultados», censuró. «Queremos cambiar este modelo», añadió.

Como ejemplo de ese cambio, el proyecto de ley contempla la creación de un fondo en el que aportarían recursos Xunta, empresas y universidad para poder desarrollar ideas y patentes investigadoras al ámbito empresarial. También se creará un registro del sector y un Observatorio Galego da Innovación en colaboración con la Axencia Galega da Investigación.

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